Cuando Él hubo apagado la luz, todas sus pesadillas emergieron de las
profundidades del Infierno hacia la superficie de la realidad para
devorar su razón y cubrirlo todo de oscuridad. Vio las puertas del
averno abrirse y, a través de ellas, vio el trabajo vertiginoso que
realizaban los engranajes del Mal para mover el Mundo; también vio al
sufrimiento invadir las almas de los perdidos en los pecados de Dios y
miró a los ojos de la pena eterna: estaban vacíos, opacos y denotaban
oscuridad muerta.
Él cerró los ojos y pensó en Ella, su amor eterno: pensó en sus ojos
negros que iluminaban su vida y en su sonrisa que llenaba su corazón de
luz celestial, nada que pudiera realizar el Dios de Los Vivos. Todas sus
fantasías se esfumaron en las fronteras difusas de la cordura con la
locura; y el amor llenó su habitación de luz devorando el resplandor de
los demonios y cerrando las puertas del infierno derrotado.
Buen minirelato! ;)
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